“El proceso ha sido atropellado”, dice el alcalde de Villalba sobre la reapertura de escuelas
Algunos piensan que es necesario reabrir las escuelas y regresar a los salones para que los estudiantes puedan culminar este semestre escolar de forma presencial. Otros opinan que aún hay riesgo de contagio de COVID-19 y se debe esperar hasta agosto para, con más preparación en los planteles y menos transmisión del virus, reabran.
Y es que, tras darse a conocer este viernes las condiciones y el protocolo que deben seguir las escuelas públicas y privadas para que se les permita reabrir, han surgido una cadena de reacciones mixtas.
Entre estas, los directivos de la Asociación y Federación de Alcaldes difieren sobre si las escuelas deben o no reabrir ya.
“El proceso ha sido atropellado”, comentó Luis Javier Hernández, presidente de la Asociación de Alcaldes, al insistir que las escuelas deberían reabrir en agosto, no en marzo.
El funcionario lamentó el que aún la designada secretaria de Educación, Elba Aponte, no les haya entregado una lista de las escuelas listas para reabrir. Resaltó que tampoco se ha gestionado la contratación de la transportación escolar, ni se ha vacunado a los transportistas. Además, el alcalde advirtió que muchas de las escuelas de Villalba carecen de Internet y urgen de mejoras en su infraestructura por el deterioro acumulado después del huracán María y los temblores.
“En las nueve escuelas de Villalba todos los directores están preocupados, especialmente con la infraestructura (que urge mejoras) y (por el cumplimiento de) los protocolos”, señaló.
Advirtió, además, que los estudiantes podrían convertirse en transmisores del virus, por lo cual resaltó la importancia de que se vacunen tan pronto se permita la administración de este producto en edades pediátricas.
Para el alcalde Ángel Pérez, presidente de la Federación de Alcaldes, lo más importante será velar por el cumplimiento de los protocolos y asegurar que fluya la comunicación de lo que ocurra en los planteles.
“Si hay los equipos y los materiales, y la infraestructura lo permite, no veo porque no puedan reabrir poco a poco”, sostuvo.
Admitió, no obstante, que no todos los planteles van a poder retomar las clases presenciales entre marzo y mayo. Resaltó, además, que el deterioro de algunas escuelas por los estragos del huracán y los terremotos tampoco les permitirán reabrir en agosto.
“Todas las organizaciones de salud han dicho lo beneficioso que es para los niños regresar a las escuelas, pero tenemos que trabajar con nuestra nueva realidad. Pero, así como lo han hecho en el sector privado y el gobierno, ahora le corresponde al área escolar retomar sus labores (de forma presencial)”, sostuvo.
Según el alcalde, de las 14 escuelas que hay en Guaynabo, entiende que al menos una, la Escuela Urbana, está preparada para reabrir en marzo.
Por su parte, la doctora Carmen Suárez, presidenta de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría, reiteró que los planteles deben seguir las guías que han emitido entidades como la Academia Americana de Pediatría y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades para prepararse para la reapertura. Comentó, además, que será crucial el que los padres no envíen a las escuelas a estudiantes enfermos o que hayan tenido contacto con casos positivos del virus. Recomendó, también, que los padres ensayen con sus hijos el uso prolongado y correcto de las mascarillas y los urgió a dialogar con los menores sobre la importancia del distanciamiento social y el lavado de manos para evitar contagios.
Como parte de esta preparación, Suárez informó que este fin de semana, durante la convención de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría, la doctora Sally Goza, pasada presidenta de la Academia Americana de Pediatría, ofrecerá una conferencia sobre el regreso a clases.
Wanda Ayala, presidenta de la Asociación de Educación Privada, comentó que entiende que, aún para agosto, probablemente en Puerto Rico no habrá inmunidad de rebaño contra el virus.
“A menos que sean profesionales de la salud, maestros o primeros respondedores, la mayoría de los padres no van a estar vacunados hasta que empiece la fase (de vacunación) 1-C”, dijo al reconocer que hasta que esto no ocurra muchos no enviarán a sus hijos a las escuelas.
Aún así, señaló que los planteles que sí puedan abrir podrán ir ensayando y haciendo los ajustes necesarios para regresar a sus operaciones normales.
“A las que podamos reabrir nos va a ayudar a tener una buena perspectiva (de los reajustes que deben hacer)”, concluyó la directora de Southwestern Educational Society (SESO).
Liza Fournier, presidenta de UNETE, lamentó el que a los sindicatos se les haya excluido de la discusión y participación sobre las medidas que deben tomar las escuelas para reabrir.
“Tiene que ser un proceso amplio en la participación de toma de decisiones”, reiteró al lamentar el que solo se les haya informado a los gremios de las medidas ya discutidas y trabajadas.
Fournier advirtió que aún hay municipios con alta transmisión del virus. Además, comentó que ya la mayoría de los estudiantes ha logrado conexión de internet.
“Nada sustituye las clases presenciales, pero en marzo a los maestros se nos obligó a asumir clases de manera remota y ahora quieren retomar las clases, poniendo en riesgo la salud y seguridad de los estudiantes”, sostuvo.
La líder sindical puntualizó que aún se desconoce cuales son las escuelas que podrán reabrir, qué criterios se tomaron en cuenta en el protocolo creado por Salud y como se va a lograr la inspección de las escuelas, previo a su reapertura.