Vacunarse desde el coche propio es rápido y cómodo
«Vacunarse desde el coche propio es rápido y cómodo». En esta afirmación coincidieron gran parte de las 168 personas que ayer fueron al puesto ‘autovac’ instalado en el hospital Monte Naranco de Oviedo, donde la vacunación se llevó a cabo en los vehículos de los propios ciudadanos que iban a recibir la dosis. Una imagen ya vista en otros países, como Israel, y que ya se puede ver en la región. También los dos equipos de vacunación que administraron las dosis coincidieron en esta comodidad y rapidez. Apenas tardaban unos dos minutos en inocular las dosis a los ocupantes de cada vehículo. «Más rápidos que los israelíes», bromeó Emilio Guaza, de este equipo de profesionales, durante la primera tarde.
Ayer, fueron 168 personas, entre grandes dependientes, sus cuidadores y aquellos convivientes mayores de 80 años del área sanitaria IV, las que recibieron la primera dosis de la vacuna de Pfizer sin desabrocharse el cinturón. Los hubo que prefirieron acceder al puesto a pie, e incluso quien fue en moto. Todo es válido para recibir la vacuna.
Ana Reyero Hidalgo, supervisora de equipos de Atención Primaria y coordinadora de Enfermería y ahora también de la vacuna contra la covid en el área IV, y Xiana Menéndez, enfermera de equipos de Atención Primaria y ahora coordinadora de la vacunación contra la covid, calcularon que este puesto puede atender, por el momento, una treintena de vehículos cada hora, pero esto podría aumentar. «Estos primeros días, observaremos si es posible añadir un mayor número de citas a la hora», aseguró Reyero.
Dos equipos de profesionales se trasladan a los domicilios de aquellos que no pueden desplazarse hasta la zona
Para la enfermera Rebeca Lago esta comodidad tanto para profesionales como para los ciudadanos, se explica «al no tener a gente esperando en filas y mayor riesgo de contagio por la aglomeración, por un lado; y por no tener que levantarse, por otro». En cuanto a los ovetenses que se desplazaron hasta el ‘autovac’, coincidieron en que «no se nota nada el pinchazo». «Ni me enteré», afirmó Concepción López, quien acudió con su marido, Ramón Soria.
«Espero que estemos vacunados todos lo antes posible», pidió Covadonga González, que acudió con su madre, Covadonga Fernández, de 90 años, que pasó el coronavirus. Para la hija, fue «un alivio cuando nos llamaron para vacunarnos».
También para Miguel Ángel Secades, quien acudió caminando junto a sus padres, la llamada del Sespa fue «emocionante». «Cuanto antes nos vacunasen, mejor», aseguró tras recibir el primer pinchazo. Para el segundo, recibirán un SMS o una llamada un par de días antes.
Este circuito está señalizado para facilitar los accesos y cuenta con un estacionamiento postvacunación para que, una vez administrada la vacuna, los ciudadanos permanecerán en un área acotada del aparcamiento del hospital durante unos 20 minutos por su sufren algún tipo de reacción.
Además, aquellos dependientes que no pueden trasladarse hasta la zona, paralelamente hay dos equipos acudiendo a los domicilios de los mismos para administrar las dosis.