Las personas contagiadas por coronavirus cierran los colegios electorales en Cataluña
Quince minutos antes de las 7 de la tarde, los más previsores ya empezaban a ponerse los Equipos de Protección Individual (EPI) facilitados por la Generalitat a los diferentes miembros de las mesas. “¿Los zapatos van dentro del EPI?”, se preguntaban entre las cuatro mesas que había. Y es que han tenido que enfundarse en el traje siguiendo las instrucciones que la misma Generalitat les había facilitado a través de un folleto informativo.
En su caso, no ha llegado a presentar ninguna alegación para quedar eximida de acudir a la mesa aunque sí que se lo llegó a plantear. Afrontaba el cierre de jornada con incertidumbre pero, a la vez, con serenidad: “Ahora es el momento en que tenemos más miedo pero tenemos la esperanza de que no venga mucha gente”. Y así ha sido, porque solamente dieciocho personas se han presentado en el mercado municipal.

Los miembros de las mesas no han sido los únicos protagonistas del día, y es que detrás de cada persona que votaba entre las siete y las ocho desfilaban los encargados de desinfectar las mesas y las urnas. Maria José ha sido la responsable de hacerlo en el Mercat del Ninot y, aunque llevaba allí desde las tres de la tarde, el cierre de jornada lo ha vivido “con respeto” e “inquietud”.
Pasados dos minutos de las ocho, tras los últimos votantes, tocaba quitarse los trajes. Entre todos se iban dando instrucciones. Lo más importante era no tocar la parte exterior del EPI y siempre hacerlo por dentro. “No ha sido para tanto porque no ha venido mucha gente”, decía aliviada Anna, y reconocía que se había sentido “muy protegida”, mucho más que durante el día, cuando “quizás ha venido gente que estaba contagiada pero no lo sabía”, añadía.