El esperma de los padres revelará las probabilidades de tener hijos autistas
De momento, los resultados de este primer trabajo, dirigido por el doctor Nicolás Garrido y elaborado por investigadores del IVI, de la Universidad de Valencia y de la Universidad Estatal de Washington (EE UU), han sido publicados recientemente en la revista Clinical Epigenetics.
La incidencia del trastorno del espectro autista (TEA) ha aumentado de forma drástica en los últimos años. Una de las razones, según Garrido, es que se diagnostica más y mejor. En España, actualmente, hay más de 450.000 casos diagnosticados. Además, muchos investigadores atribuyen el incremento de las dos últimas décadas a factores moleculares y a la influencia del entorno.
Herramienta médica
“Esto nos va a permitir en un futuro evaluar si un hombre posee un riesgo elevado de tener un hijo con TEA, lo cual supone un paso enorme hacia la identificación de los factores que pueden desencadenar esta enfermedad, así como a la creación de estrategias de prevención, dado que existen en algunos casos de tratamientos para la corrección de algunas alteraciones epigenéticas”, comenta el doctor Garrido.
A modo didáctico, Navarro recuerda que el ADN se codifica con la información genética y que los cambios en el contenido de ADN provocan enfermedades. “Nosotros hemos estudiado una especie de interruptores, que son unos marcadores que encienden o apagan los genes, de forma que si enciendes los que tienes que tener encendidos y apagadas los que tienes que tener apagados, estás sano. Pero al revés, se genera un fenotipo patológico, es decir, se causa una enfermedad. Nosotros hemos identificado los interruptores de los progenitores de niños con autismo y hemos encontrado la combinación correcta que predice el autismo“, explica.
Estas conclusiones se están ampliando con más investigaciones y pruebas que permitirán desarrollar una herramienta médica potencial para prevenir el autismo en la futura descendencia (niños no nacidos). “Con una mayor investigación, este biomarcador también permitiría rastrear cómo se producen desde el inicio los cambios epigenéticos. Descubrimos hace años que los factores ambientales pueden alterar la epigenética de la línea germinal del esperma o el óvulo. Con esta herramienta podríamos realizar estudios sobre una muestra de población más amplia para determinar qué tipo de factores ambientales pueden provocar estos cambios epigenéticos”, concluye el especialista.